EL DISCÍPULO AMADO EN EL ORIGEN DEL EVANGELIO
![Imagen](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEht6Ld_tPdiv5H-kYaea5WOBnU_2bqie3NF4c0oqgdM1IPvPFdO_fE-bSKsPqZ6eIfH_V7xiorHmpIl_0Evc_nmvdyCeGjlHHOhGK75uw5eFu8bON_WRi9j3uhhV7YAEED1i11Ulj39M_Q/w400-h260/San+Juan.jpg)
Como se verá, el evangelio, tal como ha llegado a nosotros, no se escribió de un tirón, sino que es seguramente fruto de un proceso laborioso. No obstante, el propio evangelio se remite a un discípulo como fuente del texto escrito que conservamos. En 21, 24 se dice: Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas y las ha escrito, y sabemos que su testimonio es verdadero . Ese “discípulo” es el mencionado poco antes, en 21, 20: aquel discípulo que Jesús amaba, el que en la cena se había recostado en su pecho y le había preguntado: Señor, ¿quién es el que te va a entregar? [1] . De este discípulo también se nos dice que se extendió el rumor de “que no moriría”, pero bueno, esto no hace a la cuestión de la autoría del evangelio. También ese discípulo es mencionado asimismo al pie de la cruz : Jesús, viendo a su madre y al discípulo a quien amaba… ”. Con él parece que se debe identificar el evangelista, el que fue testigo de su muerte y proclamó: El que lo vio da testimonio, y