PARA ENTENDER EL MATRIMONIO: FE Y RAZÓN.
La realidad descrita por el
término “matrimonio” puede ser considerada desde distintos ángulos, y, por
tanto, ser objeto de ciencias tanto humanas -historia, derecho, antropología,
psicología, etc.-, como teológicas.
Cuando se la estudia desde
la teología, el marco es el de “la historia de la salvación”, es decir, desde esta
perspectiva interesa el matrimonio tal como es, y tal como debe ser, conforme a
la voluntad de Dios, en orden a la salvación del hombre.
Entonces, la teología del
matrimonio es la ciencia que, desde la
razón iluminada por la fe, estudia el designio salvador de Dios sobre el
matrimonio, en orden a descubrir cuál es el estilo de vida que corresponde a
los casados.
Como consecuencia de esta
afirmación, el concepto teológico del matrimonio, como parece lógico, implica
fe y razón.
Razón, porque a la teología le corresponde descubrir la razonabilidad del misterio del matrimonio.
Además, la razón en el matrimonio juega un papel más importante que en otros
campos de la teología: el matrimonio hunde sus raíces en la humanidad del
hombre y de la mujer, por eso pertenece a la razón penetrar en el matrimonio
como realidad creada, inscrita en el ser humano, en la naturaleza humana.
Por tanto, para el estudio
del matrimonio desde el punto de vista teológico, se necesita de la S.
Escritura, de la Tradición y del Magisterio, en cuanto forman una unidad[1].
A ellas se le suman las ciencias del hombre: antropología, psicología, sociología, etc.
A ellas se le suman las ciencias del hombre: antropología, psicología, sociología, etc.
En la próxima clase veremos
el matrimonio en las Sagradas Escrituras, en la Tradición y en el Magisterio de
la Iglesia. También algo de las ciencias humanas.
[1] DV 10: “están entrelazados y
unidos de tal forma que no tiene consistencia el uno sin el otro, y que,
juntos, cada uno a su modo, bajo la acción del Espíritu Santo, contribuyen
eficazmente a la salvación de las almas”.
Comentarios
Publicar un comentario