IV ESDRAS

 Otra obra más, para ir terminando la confección de la Biblia hebrea, es el IV Esdras. Nos acordamos que, los libros que nos narran la vuelta del pueblo hebreo de la deportación de Babilonia -alrededor del 530 a.C.- son los libros de Esdras y Nehemías.

Este libro, el IV de Esdras, es un texto apocalíptico cuya versión original se conoce en latín o en traducciones hechas a partir del latín. Obviamente que no está entre los 24 libros canónicos hebreos; para ellos es un libro apócrifo.

En el capítulo 14 de ese libro se hace referencia a una revelación que tuvo Esdras -el mismo del libro que ya vimos- y que los escribas pusieron por escrito hasta llegar a formar 94 libros: Durante estos 40 días, 94 libros fueron escritos. Cuando transcurrieron estos 40 días el Altísimo me habló de este modo: lo que habéis escrito -clara referencia a los 24 libros- dadlo a conocer a aquel que es digno de ello y también a aquel que no lo es.

Está hablando de los 24 libros que conforman la Biblia hebrea, y, como se ve, tiene un carácter popular porque es un texto que lo pueden leer todos. Mientras que los restantes libros, los 70, guárdalos para darlos a los sabios del pueblo. En ellos se encuentra la palabra de la luz, la fuente de la sabiduría, y una fuente como un río.

Estos otros 70 libros son de carácter apócrifo, incluido IV Esdras, y forman parte de la literatura hebrea, en general de carácter esotérico, que sólo los elegidos de Dios podían leerlos. De estos libros tenemos textos escritos, como por ejemplo los encontrados entre los rollos del Mar Muerto, como el libro de los Jubileos, el libro de Enoc, conocido en versión etíope y ahora en versión aramea. Ya veremos de qué se trata los Manuscritos del Mar Muerto.

Esto significa que además de los libros de la Biblia hebrea, había otros libros de literatura judía, en determinados círculos, como pueden ser las comunidades del Qumran, que los consideraban sagrados, pero no pertenecían a la Biblia hebrea.